La boda que no fue ¿O sí? Enrique y Anna siguen el juego
El cantante y la ex tenista no confirman ni desmienten nada, pero ella luce su inmenso anillo
Miami — La noticia de la supuesta boda del cantante Enrique Iglesias con la ex tenista rusa Anna Kournikova parece un globo que, a falta de confirmación o desmentido, sigue dando la vuelta al mundo.
Kournikova, más célebre por su figura sensual que por sus cualidades en la cancha de tenis, luce un enorme anillo de matrimonio.
Algo así como que si el Grand Slam que nunca ha conseguido en el tenis lo ganara ahora casándose con el cantante español de 29 años, hijo de Julio Iglesias.
Según la revista US Weekly, los jóvenes se casaron hace varias semanas en Puerto Vallarta. Pero, consultado por EFE, el registro de matrimonios de ese centro turístico del Pacífico mexicano no consigna ninguna boda bajo el nombre de ellos.
Si ha sido una ceremonia religiosa o espiritual de alguna clase no tiene ninguna validez legal para las autoridades mexicanas.
Además, en Madrid fuentes cercanas a la madre del cantante, Isabel Preysler, han desmentido la supuesta boda y anunciaron que Enrique pasará la Navidad con su familia en España y "su novia", Anna con la suya en Florida.
Con los rumores de la boda ya llueve sobre mojado.
Hace unos meses también se dijo que se habían casado en la República Dominicana, y la pareja, que parece se divierte mucho haciendo esta clase de bromas a la prensa, ni siquiera se molestó en desmentirlo.
Lo que siempre ha desmentido Kournikova, de 23 años, es que hubiera estado casada alguna vez. Aunque sí se supo que lo estuvo, muy fugazmente, con el jugador ruso de hockey sobre hielo Serguei Fedorov.
Siempre escarbando en el fondo de la noticia, RUMBO le envió un mensaje electrónico al mismísimo Julio Iglesias, pero su respuesta no aclaró precisamente las dudas.
"Se lo pregunté a Julio y, según él, no se han casado", dijo Miranda, la esposa de Julio, en su respuesta a RUMBO. Y agregó: "Pero nunca se sabe".
Lo que va a pasar será como en el cuento del Pastorcito mentiroso: cuando en realidad se casen, nadie lo creerá. (EFE/Redacción)
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