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MUCHO TONY. PARKER TUVO UNA DE LAS MEJORES ACTUACIONES QUE SE LE HAYAN VISTO. |
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Tony organiza el eclipse de sol
ÁLEX OLLER
Los Spurs acaban con la racha de 10 triunfos de Phoenix gracias a Parker y el gran esfuerzo colectivo
SAN ANTONIO — Los aficionados del SBC gustan de la velocidad, y ayer, contra el equipo más dinámico de la NBA, pudieron gozar con la frenética y apabullante victoria de 115-94 de sus Spurs contra los antes encendidos Suns.
Los Suns se presentaban como la ofensiva más potente de la liga, habiendo llegado a los 122 puntos frente a los Clippers, y con su peor anotación siendo de 93, ante Minnesota. Ayer, los Spurs lograron neutralizar a Steve Nash, claramente superado por Tony Parker al final, y que Phoenix rebajara sus prestaciones en ataque hasta los 94, un global maquillado por sus suplentes gracias a la intrascendencia del último cuarto.
Tim Duncan anotó 16 puntos al conectar siete de nueve tiros de campo y bajó 12 rebotes, además de seis asistencias y cinco bloqueos, mientras que Manu Ginóbili se destacaba con 13 puntos, seis rebotes, seis asistencias y tres robos en una noche de auténtica fiesta para el equipo local, que esta vez, a diferencia de la reciente visita de Seattle, no permitió al peligroso visitante plantarse cómodo en la duela.
Pero la noche se la llevó el francés Parker, con 29 puntos en 30 minutos. Esos números son buenos, pero considerando que Nash era su rival directo en cada movimiento, fue doblemente destacado. Como conjunto, los Spurs tiraron para el 51 por ciento desde el campo.
Del proclive quinteto inicial, sólo Amare Stoudemire, con 37 puntos y Nash, con 12, dieron la talla, aunque el canadiense, con sólo cuatro asistencias, se quedó muy lejos de sus 11 de promedio, el mejor de la liga. Tanto Quentin Richardson como Shawn Marion parecieron totalmente desenchufados del juego, con dos y seis puntos, respectivamente.
El banquillo volvió a ser clave en la victoria de San Antonio, con Malik Rose por encima de otros, con 15 puntos finales y una buena participación global de todos los reservistas, como demuestran las seis asistencias del novato Beno Udrih y los cinco rebotes de Tony Massenburg.
Ambos equipos volverán a encontrarse el próximo 21 de enero en Phoenix, una jornada en la que seguramente Nash y compañía comenzaron a pensar mientras digerían la debacle desde el banquillo al final.
Los Suns cuentan con una auténtica joya en Stoudemire bajo los aros. El joven centro no dispone de un movimiento particularmente pulido, pero suple el déficit técnico con una gran fiereza en la pintura y constante movimiento, y anoche acabó con 37 puntos.
Los Spurs jugaran mañana en Portland, como primera etapa de un viaje por el Pacífico.
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