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ARCHIVO |
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EVIDENCIAS. LOS CASQUILLOS DE BALA EN LA ESCENA DEL CRIMEN DE LOS CASTELLANOS. |
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Ejecuciones azotan la frontera
ÁNGELES NEGRETE LARES
Los carteles de Sinaloa y el Golfo se disputan la plaza fronteriza
MCALLEN — Las ejecuciones en la frontera norte de Tamaulipas se deben a la lucha por la plaza entre los miembros del Cartel del Golfo y las bandas de los grupos de sicarios ligados a Joaquín 'El Chapo' Guzmán, líder del Cartel de Sinaloa, según expertos y autoridades del Valle de Río Grande.
Hace un mes, las autoridades federales de la Dirección Antinarcóticos de Estados Unidos (DEA) ofrecieron una recompensa de $5 millones por su captura.
Guzmán recuperó el control pleno de su organización criminal después que escapó de una prisión de máxima seguridad en Puente Grande, Jalisco, en enero de 2001, donde cumplía una sentencia de 20 años por soborno y asociación criminal.
Entonces las guerras entre las organizaciones criminales se caldearon aún más cuando elementos del Ejército mexicano detuvieron a Osiel Cárdenas Guillén, considerado uno de los capos del narcotráfico más importantes en México y Estados Unidos.
"Se están matando entre sí", dijo Fernando Morones González, delegado de la Procuraduría General de la República en San Antonio, refiriéndose a las recientes ejecuciones ocurridas durante las últimas dos semanas en Reynosa, ciudad fronteriza con McAllen.
El 8 de enero, en el kilómetro 188 de la carretera Reynosa-Monterrey, fueron encontrados los cadáveres de Alan Castellanos Ramírez, quien al parecer era policía local preventivo, y Dámaso Castellanos Ramírez, comerciante de autos en McAllen. Los dos fueron ejecutados.
Asimismo, el 3 de enero fue encontrado en la en la misma autopista el cadáver de René Izaguirre, que iba a dirigir las operaciones de Seguridad de Reynosa, con siete impactos de bala.
Estas ejecuciones se suman a las 92 que se registraron en Tamaulipas el año pasado.
"Esto es lo que nos preocupa y es una situación grave para cualquier autoridad", dijo William Kingsbury, comandante del Departamento de Policía de Brownsville.
Kingsbury comentó que las autoridades policiales del Valle están vigilando la situación en Reynosa y que tomarán medidas rápidamente si la violencia pasa a este lado de la frontera.
"Nos sucedió en 1980 con dos homicidios relacionados con el Cartel del Golfo y ahora con esto no queremos que se repita. Estamos preparados para cualquier incidente", concluyó.
El Cartel del Golfo se fortaleció con tácticas policiales
Las tácticas y prácticas policiales y militares han sido, según autoridades de Estados Unidos y México, los métodos preferidos por el Cartel del Golfo —liderado por Osiel Cárdenas Guillén— para enfrentar a las organizaciones criminales rivales.
Cárdenas Guillén, quien fue detenido el 14 de marzo de 2003 en Matamoros, reactivó la organización criminal en 1996 después que su principal cabecilla, Juan García Ábrego, fue arrestado y deportado a Estados Unidos.
De acuerdo con documentos de la Procuraduría General de la República y de la Policía de Brownsville, algunos de los integrantes del Cartel del Golfo formaron parte de cuerpos de policía municipales y estatales, y hasta del Ejército, y lo aprovecharon.
El mismo Cárdenas Guillén fue parte de la Policía Judicial de Tamaulipas, lo que provocó un ambiente saturado de violencia, explica Arturo Zárate, experto en narcotráfico del Colegio de la Frontera Norte.
Los integrantes del cartel son capaces de reconstruir y alterar armas de fuego, detectar y fabricar explosivos de alto poder y de establecer sus propias redes de espionaje. En buena medida, dijo Zárate, a esas habilidades le debe el cartel su poderío.
BAJO LA SOMBRA DE LA MAFIA
Están armados, conocen tácticas militares y se les considera parte de la guerra por el poder en la frontera
'LOS ZETAS', del Cartel del Golfo, es un grupo de sicarios formado por desertores del Ejército mexicano.
'LOS CACHOS', brazo ejecutor del Cartel del Milenio en Jalisco.
'LOS NEGROS', matones del Cartel de Sinaloa y responsables de ejecuciones contra el Cartel del Golfo.
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