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AP |
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LO JUZGARÁ EL TIEMPO. JOSÉ Y SU LIBRO HAN SIDO, SIN DUDA, UN TEMA CALIENTE. |
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No será la primera vez que la pelota disipe el humo
RICARDO LÓPEZ
El béisbol se define por la astucia y la estrategia, esa es la buena noticia
Nadie duda ya que los esteroides anabólicos y otras sustancias que aumentan el rendimiento físico de los jugadores, han acompañado al béisbol profesional por un buen número de años, digamos 20.
El escándalo de los esteroides en las Grandes Ligas, culminado por la aparente aceptación de consumo de sustancias de algunos peloteros de alto perfil, obligó, finalmente, al béisbol organizado a ponerle remedio al asunto. En teoría, los peloteros que acostumbraban consumir píldoras o cremas misteriosas tendrán que dejar de hacerlo o serán penalizados, con su reputación siendo degradada.
José Canseco, con el mayor de los cinismos —un cinismo que ciertamente le despoja de buena parte de su ya erosionada credibilidad—, tiró una artera granada contra el juego que alguna vez lo encumbró en el estrellato, en la gloria y la fortuna que su propia falta de sentido común tendrá que transformar en humildad y vergüenza.
La historia juzgará al irremediable Canseco, no sin antes decirle a los aficionados la real importancia del esteroide en el béisbol, aunque ya puede anticiparse que el tema ha sido uno de los más sobreestimados de la actualidad.
Algunos, de lejos, podrían creer que los esteroides realmente determinan el balance de fuerzas en el terreno de juego. No en un deporte tan complejo como éste, definido por la astucia y la estrategia. Esa es la buena noticia después de todo.
No será la primera vez que el tradicional deporte del béisbol disipe la humareda causada por un escándalo.
En otros años el escándalo era el uso de pelotas adulteradas, 'voladoras'; antes lo fue el consumo de cocaína entre los peloteros y mucho más atrás los juegos arreglados, incluso en Serie Mundial, sin olvidarnos de una huelga de jugadores que obligó a la cancelación de la temporada 1994.
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