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ALICIA WAGNER CALZADA |
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ROCÍO HOLGUÍN, MESERA DEL RESTAURANTE EL AURORA, MIRA LOS DAÑOS CAUSADOS POR 'EL FLACO' CUANDO ENTRÓ A ROBAR AL LUGAR. |
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'El flaco' está libre y sigue robando migajas en el sur
OLIVIA DOERGE
Los dueños de negocios se sienten frustrados porque no se ha capturado al ladrón
La policía arrestó por la tarde a Joel Hernández, quien admitió haber robado tres negocios S. Flores Street.
Pero otro ladrón, delgado de contextura, sigue libre y robando a sus anchas.
El mismo miércoles de la captura hubo un robo en el salón de belleza Pro-Haricuts & Beauty, y su dueña es la víctima más reciente de robos que en el último mes han creado preocupación en Pleasanton y S. Flores St.
"El ladrón entró por el conducto del aire y se robó todos los centavos que había en una jarra", dijo Sharron Carr, empleada del salón de belleza. "Mordió una manzana que estaba en la nevera, agarró un cepillo del cajón, se cepilló el pelo y salió por la puerta principal".
Dueños y empleados de las tiendas de la zona confirmaron a RUMBO la ocurrencia de 12 robos, pero los vecinos de la zona creen que son muchos más.
Los hurtos varían en la cuantía de los objetos robados. En unos se sustraen cientos de dólares y en otros sólo se robaron pequeñeces, como una botella de Coca-Cola.
La mayoría de los locales robados son restaurantes mexicanos.
En la gran mayoría de los casos, los robos ocurrieron de noche o madrugada y durante los fines de semana o los martes.
El ladrón debe ser muy delgado porque entra a las instalaciones por el conducto de aire o por un pequeño hueco abierto en el techo. Cuando agota estas alternativas, entra a la fuerza por la puerta.
Las víctimas piensan que el ladrón anda a pie y que almacena el material hurtado en una mochila.
En el restaurante La Gran Tortillería hurtó $1,500 después de hacer un diminuto hueco en el techo de la cocina.
Varios dueños de restaurantes robados dijeron que el ladrón ha hecho de las suyas varias veces.
En El Sol —otro restaurante cercano a la escuela secundaria Harlandale— atacó dos veces el mismo día.
Primero lo hizo en la tarde y después en la madrugada. Pese a tanto esfuerzo, sólo se llevó $60 en monedas y dejó un desorden monumental de botellas de soda esparcidas por todo el lugar.
Las cosas que hurta son monedas, comida, discos compactos y equipos de sonido.
Al restaurante Las Buganbilias entró por el conducto del aire, comió y trató de llevarse un equipo de sonido, que colocó en una caja y dejó sobre la estufa junto al conducto de aire por donde entró y salió del lugar.
En el restaurante Mary Lou's Cafe también entró por el conducto de aire, que mide poco más de un pie de diámetro.
Hernández, que mide 5 pies 6 pulgadas y pesa 160 libras, no parece ser el único ladrón.
"Hasta la policía estaba sorprendida de lo pequeño que era el hueco por donde se metió", dijo Eduardo Figueroa, cocinero del restaurante El Aurora.
Sandy Gutiérrez, portavoz de la policía, dijo que no hay una orden de captura que abarque todos los casos de robo.
Los vecinos de la zona ya están cansados de tantos hurtos en el barrio y les preocupa que la policía no haya capturado al ladrón.
"Últimamente se ha metido seis veces", dijo Salvador Méndez, dueño de la Taquería Jalisciense. "Es muy frustrante y difícil. Me da tanto coraje que uno no sepa qué hacer".
El sargento Maxwell, de la patrulla que cubre el sector sur de la ciudad, dice que la policía está haciendo todo lo que está a su alcance para atrapar al ladrón a la mayor brevedad.
Los dueños de los negocios creen que el ladrón sigue suelto y haciendo de las suyas, mientras ellos instalan rejas en las ventanas y las puertas.
"Uno de estos días se va a caer encima de una estufa caliente", dijo Méndez.
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