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RIC VASQUEZ |
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SOFÍA BAHENA SONRÍE AL MOSTRAR SU DIPLOMA DE ESTUDIANTE EJEMPLAR 2004. |
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Una joven superdotada
CRIS VILLARREAL NAVARRO
A pesar de haber empezado sus estudios en inglés a los 15 años, logró graduarse de la preparatoria con honores, y en tres años
Juliana Quintanilla es del tipo de seres humanos determinados a romper el molde con el que fueron hechos.
Tercera generación de familia de migrantes, desde recién nacida acompañó cada verano a su familia a los campos de cultivo de Empire, California.
Ya adolescente, mientras sus padres levantaban las cosechas de tomate, siendo la mayor de tres hermanos se ocupaba de cuidar al menor, de la limpieza, y de la preparación de los alimentos en su vivienda temporal asignada a los trabajadores pizcadores. Ya a los doce años los acompañó en la labor en la recolección de duraznos y uvas.
Juliana hizo su primaria y secundaria en Monterrey, desde donde cada año con su familia, como lo hacían sus abuelos paternos y sus tíos maternos, empacaba sus pertenencias hacia California.
Hace apenas cuatro años que dejó Monterrey para avecindarse en McAllen; y tres que Juliana inició sus estudios de preparatoria y de aprendizaje del inglés.
En su último año de preparatoria bajó de peso y vio en su cara la aparición de ojeras. Ese año no supo lo que eran fiestas, ir al cine o visitar el mall. Juliana dormía poco haciendo sus tareas escolares, pero llegó a graduarse con un promedio global de 94.84.
Este semestre empezó a asistir a la Universidad Panamericana, en Edinburg, donde estudia Administración de Empresas.
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