De la natalidad el estereotipo
María Luisa Arredondo.- La semana pasada recibimos una noticia totalmente inesperada: en los próximos 35 años la población de California no crecerá al ritmo que se había proyectado.
Para 2040, en vez de contar con 58 millones de habitantes, sólo tendrá 51 millones.
Pero más sorprendente que la noticia en sí es la causa. Los expertos aseguran que la disminución del crecimiento demográfico se debe fundamentalmente a la reducción en la tasa de natalidad de las hispanas, quienes dan a luz a la mitad de los bebés en California.
En los últimos años la tasa de natalidad en el estado había declinado entre todos los grupos étnicos, excepto entre las latinas.
Las mujeres de este grupo étnico tenían un promedio de 3.4 hijos en 1990. En poco más de una década, este porcentaje disminuyó a 2.6, muy cerca del promedio general, de 2.13.
A diferencia de lo que pudiera pensarse, la reducción en el número de hijos se ha registrado de manera más pronunciada entre las inmigrantes, que son las más reacias a renunciar a sus valores tradicionales.
Un análisis somero del fenómeno indica que las razones de este cambio obedecen, principalmente, a la realidad que impone la sociedad de este país.
No pueden, como hicieron sus padres y abuelos, resignarse a tener "los hijos que Dios les mande", simplemente porque saben que así no saldrán adelante.
Desde el punto de vista social, el hecho que las latinas tengan un menor número de hijos tendrá importantes repercusiones.
Las autoridades deben replantear ahora, según las nuevas proyecciones de crecimiento demográfico, las futuras necesidades del estado en materia de salud, educación, empleo, vivienda e infraestructura.
Pero más allá de estas consecuencias, es importante destacar que este cambio de actitud hacia la necesidad de planificar la familia es una prueba irrefutable de que, como cualquier otro grupo inmigrante de este país, los hispanos terminan por asimilar los valores que consideran positivos.
La reducción en la tasa de natalidad entre las latinas servirá para echar por tierra uno de los estereotipos favoritos de los grupos antiinmigrantes: que los latinos sólo llegan a este país a tener el mayor número de hijos posible para vivir a costa de la ayuda pública.
De ahora en adelante estos grupos tendrán que buscar otros argumentos para atacarnos.
|