 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
 |
|
 |
 |
GERMÁN GARCÍA |
 |
 |
ANASTASIA, EN LA CLÍNICA DE REHABILITACIÓN RIVERSIDE, DONDE LLEVA 41 DÍAS SOMETIDA A TRATAMIENTO. |
 |
 |
 |
 |
 |
¿Estudiantes bien portados? mejor dicho, empastillados
GALIA GARCÍA-PALAFOX
La policía del HISD ha hecho 23 arrestos en un mes por la utilización de Xanax
Les llaman barras, agarraderas o tablazos, por su forma y por el efecto que producen. Hay un tipo especial conocido como camiones escolares, porque son amarillas y "transportan".
El nombre real es Xanax, un tranquilizante de prescripción médica que está de moda entre los adolescentes.
La dosis normal es 0.25 miligramos tres veces al día, pero Anastasia, que empezó a consumir Xanax a los 14 años, ha ingerido hasta 8 "de un jalón".
En su mundo de adolescentes el Xanax le ayuda a "alejarse" sin la paranoia de la marihuana ni la hiperactividad del éxtasis.
"El lunes después de la escuela uno no se mete un éxtasis porque te sentirías mal toda la semana, pero con unas barras te relajas y al mismo tiempo pierdes control de todo", dijo Anastasia, que a los 17 años ya ha pisado dos veces un centro de rehabilitación.
La última vez que compró barras fueron 50. Pensó que podría venderlas en paquetes de 3. Las puso en bolsas, pero antes de llegar al primer cliente las empezó a consumir con dos amigos. En tres días ya no les quedaba una sola.
El consumo de estas pastillas en las aulas de Houston ya ha alarmado al Distrito Escolar Independiente (HISD), cuya policía ha hecho 23 arrestos relacionados con Xanax en un mes.
El año pasado fueron 36. Según la encuesta de Monitoreo del Futuro de la Universidad de Michigan, 10% de los estudiantes de grado 12 han usado tranquilizantes al menos una vez. Entre 1994 y 2002, el número de hospitalizados que dijeron haber consumido algún tipo de benzodiazepinas —familia a la que pertenece el Xanax— aumentó más de 40%.
Hace dos meses, Anastasia era una consumidora voraz. A cualquier hora, incluso en clases, una dosis le ayudaba a perder la timidez y relajarse. Si estaba en la escuela, el día pasaba más rápido.
"Si te tomas una barra, te relajas, pero no sabes que pasará después", relató.
Evelyn Henry, directora de Salud del HISD, dijo que continuamente las enfermeras escolares atienden a estudiantes drogados con Xanax. Los efectos varían: algunos se comportan de manera extraña o violenta y otros pierden el control físico o se desmaya.
Rudolph Rendón, subjefe de la policía del HISD, cree que los jóvenes las utilizan durante clases para hacer frente a la presión escolar.
Su tamaño las hace fáciles de consumir y transportar. En la escuela a la que Anastasia asistía hasta que cayó por primera vez en la clínica de rehabilitación Riverside a principios de año, sus compañeros las guardaban dentro de las plumas, listas para consumir en cualquier lugar.
Para Anastasia, conseguirlas era fácil. Por $5 compraba un paquete de tres pastillas a algún compañero dentro de la escuela.
"Nunca vi dentro de las escuelas tanta marihuana como he visto Xanax¨, dijo Rendon.
Los laboratorios Pfizer, que producen Xanax, declinaron hacer comentarios.
Por ser un medicamento, los jóvenes creen que ingerirla o vendarla es menos grave que si fueran drogas callejeras. Pocos saben que es un delito de cuarto grado que los puede llevar a la cárcel , igual que la cocaína, dijo Rendón.
Anastasia no ha tenido problemas con la ley, pero tras consumir con sus amigos las 50 pastillas se desmayó. Al despertar tenía tres heridas que se hizo con un rastrillo. No sabe cuándo ni cómo, pero las cicatrices se lo recuerdan a diario.
|