Cuentas claras, bodas largas
Es un tema delicado, pues son muchas las parejas que tienen diferencias cuando de dinero se trata
Si su cónyuge ha manejado la contabilidad familiar, entonces podría resultarle difícil ahora intervenir en ello. Sin embargo, es recomendable que lo haga.
El primer paso será iniciar una conversación con su pareja explicando su deseo de saber más sobre los activos (bienes e inversiones) y las deudas de la casa, con el fin de tomar decisiones conjuntamente.
Lo ideal para iniciar esa plática es elegir un momento y un lugar libre de tensiones. Trate de plantear esa conversación de una manera positiva y no en un tono que parezca de queja o acusación.
Nunca es agradable pensar que por algún motivo su pareja podría dejar de intervenir en el manejo financiero del hogar. Es por eso que usted debe ser responsable y saber al menos lo básico de las finanzas de la familia, pues en un caso imprevisto todas las tareas monetarias quedarían en sus manos y con buena información podría realizarlas de la mejor manera y con rapidez.
Por lo tanto, usted necesita tener acceso a todos los expedientes, a la documentación financiera y a todos los números y contraseñas de sus cuentas de ahorros.
Administre ingresos y egresos
Si actualmente no está involucrado con las finanzas del hogar, busque la forma de integrarse. Lo puede hacer creando y manteniendo un sistema de archivado de los papeles financieros o administrando los ingresos y egresos de la familia.
Compartir esta responsabilidad puede recompensarle y hacer más equilibrada y satisfactoria la relación con su pareja. Por eso, aunque el matrimonio es una sociedad, usted debe mantener una parte de la situación financiera de manera personal y privada. Es recomendable que cada cónyuge posea cuentas propias bajo su control y tarjetas de crédito a su nombre, de modo que ambos intervengan en los gastos y en los consumos, pues de esta manera cada uno aprende a administrar el dinero.
También es importante comprobar cuáles son los patrones de consumo de su pareja, pues pueden existir peligros financieros como los que representa un comprador compulsivo. De ser así, hable con su cónyuge y explíquele las consecuencias de su actitud. Y si usted está por casarse es recomendable que verifique eso desde el noviazgo.
Pero lo más importante es tener y procurar metas financieras comunes en el matrimonio, como comprar casa o ahorrar para la jubilación.
Si hay hijos en la familia, es recomendable que desde temprana edad se involucren en cuestiones de dinero, siempre y cuando éstas sean adecuadas con la edad.
Todos los miembros de familia deben tener en mente que las necesidades tienen categorías, y que las principales a satisfacer son los alimentos, la vestimenta y la vivienda.
A todos los miembros de familia les conviene cuidar el dinero y formar el patrimonio para el futuro.
Para tener éxito y evitar la bancarrota, tome las riendas de sus finanzas familiares junto con su pareja, y siempre en armonía.
(Enplenitud)
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