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RICARDO FLORES/RÉCORD |
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ORGULLOSO. ANTES DE PARTIR, ÁVILA SABOREÓ UNA Y OTRA VEZ SUS IMPORTANTES LOGROS COMO ESTRELLA DE GRANDES LIGAS. |
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La última charla con un grande
RICARDO LÓPEZ
RUMBO reproduce una parte de la última entrevista concedida por Beto Ávila en su intimidad. RÉCORD la publicó el 2 de abril en México, al cumplir el veracruzano 80 años
Veracruz — Este día habrá celebración en algún lugar de Veracruz. El país entero debiera celebrar a uno de sus hijos más pródigos, pues Roberto Ávila González, el legendario beisbolista cumple hoy 80 años.
En la víspera de su cumpleaños, don Roberto trabaja fuerte, como siempre lo ha hecho, administrando su negocio, una prolífica estación de gasolina cercana al centro histórico. Ahí, Beto Ávila recibió a RÉCORD.
Ochenta años bien vividos. ¿Cómo los celebra Beto Ávila?
Muy orgulloso. En mi vida abracé dos carreras: el béisbol, que me costó mucho trabajo hacer que mi papá comprendiera que yo quería intentar jugar béisbol profesional. Pero fui muy afortunado, primero por ser el primer mexicano que sobresalió en Grandes Ligas. Y después también tuve éxito en la política.
Al López, el manager de los Indios de Cleveland en los años 50, lo elogiaba mucho a usted.
Yo siempre me puse metas en todo lo que hice, no nada más en el deporte. Me esforzaba por lograrlas. Las cosas solamente se logran haciendo un esfuerzo grande. Yo nunca tomé, y eso me ayudó mucho para sobresalir. Cuando yo salía al terreno, estaba al 100%.
¿De dónde vino esa hambre por aprender, por ser mejor?
Es una cosa individual. En mi familia fuimos nueve hijos. Yo era el menor, y desde muy pequeño, fui muy necio; si jugaba canicas, quería ser el mejor; si jugaba al trompo, quería ser el mejor, y lo mismo en el béisbol y en el futbol. ¿Cómo? Practicando más que los demás.
¿Cuál es su legado. De lo que usted se siente más orgulloso?
Sin criticar a los demás, porque no todos podemos ser iguales, pero pienso que yo sí he sido un ejemplo para la juventud; no por mi calidad dentro del terreno, o en la política, sino por mi comportamiento fuera del béisbol y fuera de la política. Creo que los ídolos deben de serlo no sólo por su calidad en el deporte, sino por su calidad de vida.
¿Cómo era su amistad con Ted Williams?
Ted era algo único. Siempre que nos saludábamos me preguntaba cómo estaba bateando. Y luego, desde el jardín me veía batear y me decía qué estaba haciendo yo mal. Ted ha sido el mejor bateador de los últimos 60, 70 años.
Usted estuvo en el deporte y en la política. Con toda esa experiencia, ¿qué cree que le hace falta a los mexicanos?
Nos falta ambición y metas. Usted, para lograr algo, tiene que tener eso en mente y en su cuerpo. Tenemos que decidir qué deseamos ser en la vida, si uno como todos, o alguien que sobresalga en algo.
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