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FOTOS: CORTESÍA PADRES DE SAN DIEGO
Quiere llegar a las Grandes Ligas

RICARDO LÓPEZ

Fernando Valenzuela hijo empieza a formarse un nombre propio en los equipos sucursales de los Padres de San Diego

Hablar de Fernando Valenzuela es hablar de toda una época para el béisbol mexicano, que vivió sus años dorados en los años 80 con los Dodgers.

Pero hablar del futuro de Fernando Valenzuela no es hablar del superveterano de 44 años cumplidos que sigue lanzando, ahora para las Águilas de Mexicali. El futuro es Fernando Valenzuela, el primera base de 22 años que pertenece a la organización de los Padres de San Diego y quien, calladamente y a la sombra de su legendario padre, está acercándose a las Grandes Ligas.

Fernando terminó su campaña 2004 con los Wizards de Fort Wayne (Clase A) con números suficientemente buenos como para generar esperanzas a Valenzuela padre, que pronto verá a uno de sus hijos abrirse camino en el mejor béisbol del mundo.

"Esta pretemporada estoy alistándome para poder llegar a las Grandes Ligas", dice confiado Fernando hijo. "Si me preguntas en cuántos años voy a llegar ahí. Yo espero llegar en menos de dos años. Yo trabajo duro y pongo todo mi esfuerzo en la temporada y es en serio que puedo jugar a ese nivel. Yo creo que es una posibilidad muy fuerte".

Fernando ciertamente no es el tipo de prospecto al que los scouts le auguran el triunfo en las Ligas Mayores. Pero algunos de los grandes peloteros de la historia llegaron a la Gran Carpa sin ser considerados futuros astros, y acabaron haciendo cosas extraordinarias con base en el trabajo. Esa parte del camino Fernando la tiene muy clara.

"En Ligas Menores, los Padres tienen mucho talento. La oportunidad va a venir para el que trabaja duro", dice el jugador. "Los Padres han subido a muchos jugadores. Es una buena organización, un buen lugar para mí para crecer".

Fernando llegó al profesionalismo tras cumplir una muy destacada trayectoria colegial en la Universidad de Nevada en Las Vegas, donde se acostumbró a cargar con el bateo de largo alcance de su novena. Los Padres lo reclutaron en la décima ronda del draft de 2003 y lo enviaron a su sucursal Clase A en Eugene, Oregon, donde jugó bien.

Su buen trabajo le valió ser promovido a Fort Wayne, otro equipo de Clase A, pero más fuerte.

"Tuve una temporada de 150 juegos, algo que está muy cerca de los 162 juegos de las Grandes Ligas, así que estoy muy feliz de donde me pusieron", explica. "La cosa mía es que traté de ser consistente con lo que hice todo el año: impulsar carreras y pegué un poquito más de jonrones".

Valenzuela Jr. tiene tanta ambición de llegar a su destino que olvida mencionar que antes de pensar en Grandes Ligas muy posiblemente tenga que hacer exitosas escalas en las principales filiales de los Padres.

"Yo creo que he formado mi propio nombre, a mí no me pesa el nombre de Fernando Valenzuela", dice.

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