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NUEVA MODA. EX PANDILLEROS SE QUITAN TATUAJES POR TEMOR A LAS REPRESALIAS. |
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Mareros ahora se quitan los tatuajes
La política de mano dura en Centroamérica afecta a ex pandilleros
SAN SALVADOR — Pese al calor que se siente en la capital salvadoreña, Freddy Monterosa no se quita la camisa de manga larga por temor a que la policía descubra sus tatuajes.
Los antiguos pandilleros se están quejando de que la policía los detiene, forzándolos a veces a quitarse la ropa para dejar a la vista los tatuajes escondidos.
Por ello, la industria de clínicas privadas en El Salvador ha crecido debido al aumento de los antiguos mareros que ahora desean quitarse sus tatuajes.
Algunas clínicas cobran cientos de dólares por hacerlo y hasta la Embajada de EU ha donado $85,000 a una organización sin ánimo de lucro para la adquisición de un equipo láser para borrar los tatuajes.
Monterosa, ex pandillero de 26 años, dice que no ha encontrado empleo por sus tatuajes. Ahora se está quitando la lágrima que tiene tatuada en la cara, pero el 'MS-18' que tiene en el brazo podría quedarse ahí algunos años.
Algunas clínicas usan máquinas láser, que son más caras pero duelen menos. Monterosa está recibiendo tratamiento con rayos infrarojos, que requiere de anestesia porque quema el dibujo con misma intensidad el calor que un cigarrillo encendido.
Otros eligen un método muy doloroso en el que se raspa la piel, dejando una cicatriz.
"Hay mucha discriminación aquí en El Salvador", dijo Geovany Hernández, un ex pandillero deportado de EU. "La gente se asusta cuando te ven los tatuajes". (AP)
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